La oración es la sangre de la vida
La oración es el diálogo entre el ser humano y Dios. Por la oración podemos expresar a Dios nuestras inquietudes, nuestras necesidades espirituales o físicas.
El que ora tiene la certeza de que Dios le escucha. Así lo dijo Jesús. (Lc. 18, 16)
La oración nos fortalece para la tarea de ser discípulo de Jesús, para seguir tras sus huellas.
En ocasiones el camino se hace duro, la oración lo suaviza, la vida cobrará un nuevo sabor, la fiesta vibrará.
Reza unos minutos cada día.
Con esta finalidad hemos preparado esta sección.
"Orad constantemente y en todo dad gracias a Dios, pues esto es lo que Dios, en Cristo Jesús, quiere de vosotros" (I Tesalonicenses 5, 128)