1. Termino este día, Buen Dios. Pero antes de cerrar los ojos y despedirme de Ti, quiero darte las gracias con todas las fuerzas de mi corazón. Gracias, Padre Dios.Ha sido un día en que he tenido la oportunidad de ver la luz del sol, de disfrutar de la vida, de sentir constantemente tu compañía y protección, de recibir los múltiples beneficios que tú calladamente me has ido concediendo. Te doy gracias especialmente ... (Recuerdas algunos de los motivos que tienes para darle gracias).
2. Pero también he de pedirte perdón. Haces un pequeño examen de conciencia:
¿Se me ha notado que soy discípulo, seguidor de Jesús o me he diluido en la masa?
¿En algún momento no he actuado como me pediría el Maestro?
Si volviera a empezar este día, ¿qué borraría de él?
3. Padre, voy a dormir. Abrigame con tu mano de cariño y quédate conmigo esta noche. Te quiero.Que mañana pueda servirte con mayor amor y entrega y mejor disposición hacia mis hermanos.